De viaje por el Sur - Verano 2007

Un excelente viaje por la Patagonia Argentina. Salimos con Maggie en bondi a Carmen de Patagones el viernes 23 de Febrero de 2007. Ahí recorrimos la ciudad, los museos, la rivera, cruzamos el Rio Negro y pasamos a Viedma. De ahí seguimos hasta El Condor, unas playas dignas de ser visitadas, donde habita la colonia de "Loros Barranqueros" más grande del mundo. El domingo 25 de Febrero nos fuimos para Bariloche. Lo diferente fue hacer ese viaje en el Tren Patagónico, fue volver el tiempo atrás y acordarme de los viajes a Mar del Plata con mi abuelo. El viaje fue larguísimo pero valió la pena por lejos. Una vez en Bari, nos subimos a un bondi para ir a Lago Puelo. Ahí estuvimos dos días en un camping cinco estrellas que tenía los baños más dignos de mi oocote. La desembocadura del Rio Azul en el Lago Puelo es increible, también ir río arriba y meterse por el bosque y ese río de agua transparente, altamente recomendable. Después pasamos a Lago Epuyen vía El Bolsón. Lugar singular por cierto Epuyen. También paramos en un camping y recorrimos la costa del lago hasta llegar a la casa del holandés, abandonada hace años en el medio de la nada. Pasamos por bosques calcinados, pinturas rupestres y un centro cultural muy bueno, donde sirven un jugo de manzana que es de la ostia! Después nos fuimos en un ataque de pánico hasta Trevelin de un saque. El miedo era entrar en la civilización de Esquel y que nos secuestre el cuco civilizado... A fin de cuentas terminamos a las 10 de la noche tratando de alquilar un lugar para pasar la noche. Pagaba lo que fuera. Y así fue como por $90 terminamos siendo vecinos de unos señores pizzeros y alquilándoles la cacita de duendes que estaba pegada. De cuento! Trevelin nos quemó la cabeza. Fue durísimo dejarlo. El Hostel Casaverde, uno de los mejores hostels que fui en mi vida, la casa de Te galés Naim Maggie, la leyenda del Malacara, su tumba, John Daniel Evans y su nieta... todo de cuento. A duras penas, como ya dije, nos pudimos ir de este lugar increible. Bien, marchamos rumbo a Alerces, y ahí paramos en el camping Las Lechuzas, un bosque increible para nostros solos. Lo lindo de la vida al aire libre es eso de comer a la luz de la luna, mientras el ruido del viento arma la música del ambiente, el calentador que hace las veces de chef experto en pasas y el agua fresca que acompaña y se convierte en la botella de vino más cara del mercado... todo lindo, pero a la mañana meter las patas en el lago para sacar agua para el desayuno ES UN GARRON!!! Igualmente el lugar bien vale la pena. Hicimos una excursión a las cascadas que nos dejó una tarde idiotas. La ida desde Alerces hasta Esquel la hicimos a dedo. De Esquel seguimos sin escalas hasta El Bolsón donde hicimos noche. Al otro día a primera hora nos fuimos a Bariloche y de ahí a Villa Traful. La foto en el mirador del Lago Traful fue obvia. Nos quedamos dos noches en esas tierras frescas trafulenses. Luego de una copiosa lluvia al otro día nos fuimos a Villa La Angostura, ahí lo vimos a mi amigo Peter y después hicimos los 36 km en bici para hacer Arrayanes. Como era muy fácil, esperamos hasta que se largara a llover para pegar la vuelta y así ponerle emoción a la cosa... Joder, empapados, pero felices! Todo tiene un final, todo termina, versa Moris por ahí... y ahí en Villa La Angostura nos tuvimos que despedir de las vacaciones.

JP