septiembre 25, 2006

Resumen del Viaje al Norte

Esta síntesis ecuménica realizada sin tabúes ni censura previa ha sido posible gracias al poder de abstracción etérea lograda al final del viaje en una aburrida tarde en el Spa de Terma de Reyes, por ambos participantes de la Experiencia Norte Argentino - Verano 2006: Magui y Yo
Sin fumar porquerías y solo dejándo volar nuestra fresca memoria por los frescos sucesos de días anteriores conseguimos hacer este original valuado en muchos millones de dólares que no quiero especificar para no dejar bocas abiertas. El punto es que en este original a dos manos se resume el viaje desde Tilcara hasta Terma de Reyes.
Los sucesos más importantes que se retratan son algunos compañeros de viaje que nos cruzamos por los distintos lugares que anduvimos, el recital en la plaza de Tilcara, las descompensaciones estomacales de ambos, el viaje a las ruinas de Juella en bici, mi coqueda, el oxígeno de Mag, la desgracia del vendedor de mp3 en Villazón y la rauda huída de Magui dejándome todo eso para que me lo fume yo solito, las caidas en la bici de Mag, Sir Yo y Lady Mag en el Spa, y más historias que preferimos dejar en la imaginación de uds. y en nuestra viva memoria.
Sin más los dejo con las dos obras de arte tituladas: Amberso y Reverso de un Viaje al Norte:



septiembre 13, 2006

Viaje al Norte - Notas al paso

Parte de Viaje Nº 1 - Por la ciudad de Salta 11/02/2006: Después de dejar la mochila en el hotel La Posada del Marqués, paseo por el centro de la ciudad recorriendo la Catedral, el Museo de Arqueología de Alta Montaña, el Cabildo y la típica vuelta del perro por la plaza.
* La Catedral: Imponente. Es increíblemente grande y linda. Contrasta con un edificio moderno que tiene al lado lleno de vidrios espejados y la imagen que se refracta de ella quedó buenísima en la foto. Acá descansan los restos del prócer y caudillo Don Martín Miguel de Güemes.
* Museo de Arqueología de Alta Montaña: Muy bueno. Vale la pena si interesa el tema. Es super didáctico. Tiene muy buen material, y va hilando muy bien, a lo largo del recorrido, toda la historia de la expedición que realizaron en 1999 cerca de San Antonio de los Cobres, en donde encontraron a tres momias en perfecto estado de conservación. Uno las ve (solo en fotos por un tema de conservación) y parece que fueran tres chicos durmiendo. Increíble.
* El Cabildo (Museo Histórico del Norte): Me gustó mucho. La gente que atiende el lugar es muy buena. En general en todo Salta abunda la buena gente. Los que atienden y guían en este museo del Cabildo, le dejan a uno una buena sensación. En contenidos tiene un poco de todo. Un poco de la historia Argentina, española, y general. Quizás uno espera más contenido de la época de los caudillos, los unitarios y federales, la independencia, algo más específico o en detalle de tal o cual suceso o batalla. Por esto quizás, la sala que más me gustó es la de Güemes y la independencia, donde se pueden encontrar cuadros del caudillo, banderas del batallón de Belgrano en su campaña por el norte, trofeos españoles, armas de la época, etc. En general toda la arquitectura del lugar es increíble.

Parte de Viaje Nº 2 – Cachi por un día 12/02/2006
Tipo 7.30 de la mañana me pasa a buscar en una Kangoo Daniel, el guía que me llevaba a mi a tres turistas más en un viaje por un día a Cachi. Mis compañeros de ruta turística eran dos alemanotas rubias que a duras penas hablaban ingles y algo de oído en castellano y un tano personaje. Ah, cuando digo alemanotas, no me refiero a dos rubias infernales con pechos prominentes, cintura de avispa, nalgas pronunciadas y dos trenzas a los costados de la cara, sino todo lo contrario, dos alemanotas gigantes, con la cintura de mi lavarropas, los pechos en prominente caída que se termina haciendo una sola cosa entre panza y teta. Esto sin mencionar que tenían menos onda que un pelo lacio. El tano buena onda, hablaba poco y de entrada se le notaba que su suerte no era de las mejores al tener que compartir el asiento trasero con ellas.
Volviendo al tema del viaje a Cachi, salimos de Salta con un día lluvioso típico de la época. La ruta estaba tranquila. Fuimos por la Cuesta del Obispo, pasando por la Quebrada de Escoipe, la recta de Tin Tin (creo que hubo una explicación si mal no recuerdo de que tin tin quería decir “en unión” o algo así), el Parque Nacional Los Cardones y por fin Cachi. Todo ese viaje fue increíble. La Cuesta del Obispo es magnánima, grandilocuente. El paisaje me hizo acordar a las fotos que vi de Machu Pichu. Ese viaje por la Cuesta la hicimos escuchando “el cóndor pasa” y “Huanuqueando” (versión Divididos), y no se si no fue por eso, que al salir de una curva nos encontramos con tres cóndores dando vueltas en círculos al costado de la ruta. Daniel, el guía, un flor de personaje. Me enseñó a coquear, cosa fundamental para aguantar y llevar como se debe a la altura. La coca se convirtió en elemento imprescindible en todo el viaje.
Pasar de la Cuesta del Obispo al Parque Nacional Los Cardones es increíble. De una vegetación frondosa, abundante, donde todo es verde, se llega a un altiplano, árido y desértico, donde solo hay arbustos, llamas y burros, y desemboca en la recta del Tin Tin (18 km perfectamente rectos a 3000 MSNM), por la que cruzamos al medio el Parque Nacional Los Cardones por el bosque de Churqui Gigante, con una población multimillonaria de cardones, nos contaba el guía (Daniel) que crecen 20 cm el primer año y después un centímetro por año, y llegan a medir hasta 15 mts. Tamañas bestias están ahí, paradas al costado de la recta del Tin Tin (no dije que la habían trazado los incas, no?) y trepan las montañas. Cuanto más alto se sube, más crecen. Increíble.
El primer pueblo antes de Cachi es Payogasta. Lo pasamos como alambre caído, pero fue muy lindo pasarlo. Las imágenes que quedaron en mi cabeza era el contraste entre lo blanco del pueblo y el cielo azul con algunas nubes, y una viejita, recontra abrigada y con sombrero, caminando al costado de la ruta. Por fin Cachi, que nos recibió con un día espectacular, lleno de turistas. La ciudad se quedó en el tiempo. Es increíble ver las casas apuntaladas para que no se caigan las paredes de barro. Las puertas esquineras que dan a las dos calles (según contaba nuestro amigo a esa altura del viaja, el guía Daniel) que eran para evitar la tierra que levantaba el viento. Cuando soplaba de un lado cerraban la puerta y abrían la del otro lado. Toda una cencia.
Hicimos la visita recomendada por el guía: Visitar el Museo Arqueológico y la Iglesia y dar vueltas por el pueblo. Y así hicimos. Primero el museo con piezas interesantes, morteros y morteros y más morteros, puntas de flechas, lanzas, vasijas y demás restos arqueológicos como corresponde a un museo arqueológico. De ahí salimos e hicimos 20 metros hasta la iglesia. Increíble! Vale la pena sentarse a rezar y mirar el techo, las imágenes de la Virgen, el Cristo, todo es increíble.
El almuerzo lo hicimos en un bodegón por ahí y me tocó compartir la mesa con el tano. Por Dios, que charla más bizarra. Después de comer y como para bajar un poco la comida recorrimos el pueblo, fue como habernos subido a la máquina del tiempo y viajar al pasado. Un lugar para recorrerlo y si se puede pasar una noche mejor.
Después nos juntamos en la plaza con el guía, coqueamos un poco y pegamos la vuelta. Hubo un intento de charla con las alemanas pero en vano. Es como que estaban bien como estaban: en silencio y viendo para todos lados. Me acuerdo que una de esas conversaciones estériles fue que ellas no entendían cómo había gente que podía vivir tan alejado y sin tanta cosa fuera de la civilización. No entendían la vida del tipo que vive al otro lado del río Escoipe, en su campo, cultivando su tierra y sin medios de transporte que lo lleven y lo traigan. Y bue… cosas que pasan.
El viaje terminó a las 7 PM en el centro de Salta. Después unas empanadas y a dormir que al otro día a las 6.30 AM salía el bondi a Cafayate.

mayo 03, 2006

Viaje al Norte - Febrero 2006

El Norte 2006
El recorrido que hicimos fue desde Cafayate hasta La Quiaca, pasando por Cachi, Salta, S.S. de Jujuy, Purmamarca, Tilcara, Humahuaca, La Quiaca, Yavi y Villazón.
Lugares principales más atractivo: En realidad todos. Toda la quebrada es increible. Tienen rasgos, cada uno, muy particulares. Cafayate y Salta por un lado, tienen otra cultura mucho más criolla si se quiere que los pueblos de la Quebrada, donde los rasgos de la cultura aborigen son mucho más marcados. Mismo La Quiaca y Villazón (Bolivia), que se los puede catalogar como feos, tienen un encanto muy particular en la gente, en las tradiciones, fiestas, cantos, etc.
El más especial: Creo que Tilcara. Tiene una magia muy especial. En la gente, en los alrededores y en el mismo pueblo. Tiene muchísimas cosas para hacer por ahí. Una que hice yo y la recomiendo es alquilar bicis en lo de Carlitos (un porteño culto literato que se puso su bicicletería y tiene la mejor onda) y hacer excursiones por ahí. Nosotros nos fuimos hasta Juella (10 km al N). Es fundamental visitar el pucará en ruinas (si lo descubren) que está en un lugar un tanto inaccesible. Por favor no llevarse los restos arqueológicos que abundan por doquier!
Costumbres distintas compartidas en la puna argentina: Me tocó vivir todo el proceso previo al carnaval y el mismo carnaval. Es increíble. La mezcla entre la cultura prehispánica de la zona, con su culto a los dioses inti (sol) y pacha (tierra), y lo religioso es increíble. Viví los jueves de compadres y comadres, donde en cada pueblo, los hombres primero y las mujeres después, se juntan a tomar y bailar hasta caer redondos. Después el topamiento de las comadres, cuando empieza el carnaval y desentierran al diablo. Y después de todos esos días de alta jarana, lo vuelven a enterrar al diablo para que no joda durante el resto del año. Es increíble las comparsas, los colores, el espíritu de la gente por vivir el carnaval. Para el mundo en esas casi dos semanas.
Una costumbre que aprendí al toque que llegué fue la de "coquear". Me sirvió en todo el viaje y se lo debo al guía del grupo con el que fui a Cachi (Daniel, un personaje salteño para conocer).
Otra costumbre que aprendí es a saludar a cuanto personaje se cruza. El "Buenas" es increíble. Cuando los saludas, te contestan con una sonrisa. Difícil de encontrar por estos pagos.
Describí cómo te sentiste, qué disfrutaste más, cuáles fueron las sensaciones: Para mi este viaje fue distinto. Cuando lo encaré fue pensando en ir a buscar datos de mi abuelo y de sus padres. Mi abuelo nació (todavía no se cómo llegó ahí) en Purmamarca en el año 1913. Cuestión que llegar a Purmamarca fue con otro gusto. Si bien mi abuelo solo nació ahí y después volvieron a La Quiaca (donde su padre (mi bisabuelo) era el Administrador de la Aduana de allá), era una sensación rara la de estar por ahí e imaginarme que mi bisabuelo debe haber estado caminando por esas dos calles principales (de las 8 que tiene en total) seguramente y yo estaba ahí parado… es raro.. Quizás por la altura sentía esas cosas… o quizás por la coca… que se yo… cuestión que tiraba un poco eso de la historia de mi flia. Lo mismo en La Quiaca y quizás por eso no la vi tan "fea".
También es típico de estos paisajes que una de las primeras sensaciones es sentirse chiquito y que a uno no le alcanza nada para poder difrutar todo lo que está viendo y viviendo. Para esto quizás sería bueno hacer el tipo de viaje que hacen los europeos que me crucé (entre 3 y 6 meses viajando promedio como si nada).
Disfruté muchísimo conocer gente. Es como que por estar solo estaba más charleta, mejor predispuesto, y me ponía a hablar hasta con las paredes casi. Así conocí mucha gente. Un de los personajes que me crucé fue una chica evangelista de 14 años ahí mismo en Purmamarca. Ella venía a reclutarme. Lo que disfruté esa charla religiosa casi ecuménica con ella fue increíble, con su fe ciega y más que fuerte, fue muy buena. Hasta me hizo rezar con ella en el medio de la plaza de Purmamarca! Ostias, si. Pero no me arrepiento para nada. Ella se llamaba Romina.
Disfruté también mucho cuando vino Magui, fue excelente. Pero esos detalles me los guardo, ja! Fueron muy buenas las excursiones que hicimos y fue buenísima esa sensación, después de un largo tiempo de soledad, reencontrase con alguien conocido y querido y demás…
Y la sensación más chota fue la de volver… ese tiempo muerto en el aeropuerto de Jujuy esperando el avión para subir y volver fue terrible. Y lo peor es cuando se llega a Aeroparque y el gris Buenos Aires y la manada impenetrable de camiones, bondis y autos que dominguean por la ciudad le dan a uno la bienvenida. Un bajón! Y ni hablar del lunes a las 8.30 AM. Say no more
Recomendaciones:
a) Coca.
Fundamental para la altura. Aprender a coquear es fundamental. Por más asco que les de a algunas, meterse las hojas de coca entre el cachete y las encías y NO MASCAR!! Solo dejar que salga el juguito que tiene gusto a te. También hay unas pastillas (Sorochepil Plus o algo así) pero prefiro la coca en hoja o en saquito para te.
b) Altura de menor a mayor: A mi me resultó hacer el viaje desde lo más bajo a lo más alto (o sea de Sur a Norte) e ir haciendo el acostumbramiento tranquilo a lo largo del viaje. Llegué hasta los 4170 MSNM y no me pasó nada.
c) Interactuar con los vaqueanos. Es fundamental para entender qué carajo les pasa por la cabeza y cómo viven. Uno cuando lo ve de afuera, no entiende. Y casi que mira raro las cosas que hacen. Esto puede hacer sentir a alguno medio incómodo. La primera parte que hice del viaje la hice solo. Hice hablar hasta las piedras y eso me ayudó mucho a meterme en el lugar y en la cultura de esta gente.
d) Hacer el viaje tranquilo! Es impresionante, uno se embala y quiere recorrer todo y las distancias, por más cortas en km que sean, son largas en tiempo. Por suerte se maneja muy tranquilo por allá y se respeta mucho las velocidades y las señalizaciones de las curvas. Pero en ese metejón por querer conocer todo, uno se la pasa viajando y no disfruta cada lugar.
e) Dejar siempre algo sin ver para volver.
La verdad es que estando en Cafayate y en Tilcara, los dueños de los hoteles son unos fenómenos y vale la pena recomendarlos.
En Cafayate (Vieja Posada - www.viejaposada.com.ar) es una pareja de porteños recién casados que se fueron a vivir allá y están cumpliendo un sueño. Te lo demuestran desde que llegás hasta que te vas. Te dan lo que no tiene. Te hacen sentir más que cómodo. Largas charlas, mate, música, sueños, etc, todo se comparte en esa galeria. Es increible el lugar.
En Tilcara (Malka - www.malkahostel.com.ar) tiene una subida que la puteas cada vez que la tenés que subir, pero allá arriba te reciben con un lugar que está muy pero muy bien puesto, cuidado y mantenido. Tiene cabañas y hostel. Está asociado con Hosteling International, con lo cual tienen descuentos para los socios. Los dueños son Juan y Tere. Otros dos porteños que se fueron a vivir para allá. Estos hace más tiempo que estan por esos pagos (20 años) y todo está manejado y cuidado por cada integrante de la familia. Tiene 3 hijos que por lo general son los que hacen el desayuno. Y tiene 3 perros que son de película. Te sacan a pasear por el pueblo.